En un mundo donde la sostenibilidad y la gestión responsable de los recursos son imprescindibles, en JISAP hemos tenido siempre un objetivo claro: compatibilizar nuestra actividad con el entorno ambiental en el que trabajamos.
La gestión de purines, un subproducto intrínseco a la ganadería, ha sido una de las áreas en las que trabajamos de forma continuada por su potencial contribución a las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y Amoniaco (NH3). En este contexto, los departamentos de Medio Ambiente y de Producción, en colaboración con el departamento de Mejora Continua e I+D+i, han llevado a cabo un innovador ensayo junto a la empresa DAB Biotecnología para integrar la gestión del purín dentro de una política de economía circular y sostenibilidad.
La tecnología biotecnológica de DAB
Este ensayo, realizado durante el mes de junio, se centró en el estudio de las emisiones de GEI y NH3 en las balsas de almacenamiento de purines de la granja La Mina. La empresa DAB proporcionó una solución basada en biotecnología que utiliza bacterias naturales vivas y coenzimas aplicadas a los fosos de purines. Estas cepas son 100% naturales y no modificadas genéticamente, y se encuentran clasificadas por la American Type Culture Collection como nivel de bioseguridad 1.
El desafío de las emisiones de GEI y NH3 en JISAP
Gases como el metano (CH4), el sulfuro de hidrógeno (H2S), el dióxido de carbono (CO2) y el amoniaco (NH3) se generan en la actividad ganadera principalmente debido a procesos naturales como el metabolismo animal y la degradación de los purines o estiércoles.
El ensayo se basó en el protocolo internacional “Vera of Environmental Technologies for Agricultural Production Test Protocol for Covers and other Mitigation Technologies for Reduction of Gaseous Emissions from Stored Manure”. Se realizó en dos balsas de almacenamiento: una de tratamiento, que recibió purín tratado con tecnología DAB y una control, con las mismas características y condiciones, con purín sin tratamiento biológico.
Los resultados son reveladores: el tratamiento con biotecnología de DAB demostró una eficacia notable en la reducción de GEI. Hubo una disminución del 100% en las emisiones de H2S, un 42,9% en CO2 y un 81,9% en CH4 en comparación con la balsa de control. Aunque la medición de NH3 durante los meses cálidos presenta desafíos, ensayos anteriores realizados en meses fríos demostraron una reducción de hasta un 40%. Como resultado, se planea un monitoreo continuo de las balsas durante al menos 1 año, junto con un nuevo ensayo durante el próximo semestre, coincidiendo con los meses más fríos. Este ensayo representa un paso importante para la industria ganadera. La tecnología biotecnológica ha demostrado ser efectiva en la reducción de GEI y NH3, contribuyendo a la economía circular y al compromiso de sostenibilidad. Estos avances son un testimonio de cómo la innovación y la colaboración pueden abordar los desafíos ambientales que tenemos actualmente, allanando el camino hacia un futuro más limpio y sostenible en la producción animal.