Un estudio reciente realizado a más de 2500 niños ha señalado la idoneidad de la carne de cerdo de capa blanca como ingrediente de calidad en la alimentación infantil.
El Estudio de la condición nutricional y hábitos dietéticos de una población infantil de la comunidad de Madrid (7 a 16 años) ha sido elaborado por la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA) en colaboración con INTERPORC. Con él se ha puesto de relieve que el sobrepeso y la obesidad de la población infantil y adolescente actual siguen siendo elevados y los datos al respecto no han mejorado en las últimas dos décadas, por lo que continúa siendo un claro problema de salud pública.
En total, más de un 30% de los niños y adolescentes encuestados tenía sobrepeso u obesidad, y se marcaban como factores influyentes la calidad mejorable de la dieta y las altas tasas de sedentarismo.
Recomendaciones para una dieta saludable
Durante las etapas de crecimiento es imprescindible aportar al organismo todos los nutrientes y energía necesarios; crear hábitos de vida saludables desde la infancia ayudará a prevenir enfermedades cardiovasculares, problemas de colesterol, diabetes, trastornos en el aparato locomotor, problemas psicológicos y sociales, problemas con la calidad del sueño y muchas otras patologías a menudo comunes en la edad adulta.
Una dieta equilibrada debe combinar una gran presencia de verduras y fruta (2-3 ingestas al día), una buena presencia de alimentos proteicos como carne, pescado, huevos o legumbres (entre 2 y 5 raciones a la semana) y un consumo moderado de productos grasos y azucarados.
Carne de cerdo, herramienta clave en la dieta saludable infantil
En línea con estas recomendaciones, el estudio realizado resalta el uso de la carne de cerdo como ingrediente de calidad para la elaboración de una dieta saludable y equilibrada. La proteína aportada por la carne de cerdo de capa blanca contiene todos los aminoácidos esenciales para el organismo humano, lo que le confiere una excelente calidad y un elevado valor biológico. Su consumo puede ser una herramienta clave en la dieta saludable infantil gracias a su alto valor nutritivo, su fácil digestibilidad y a su gran versatilidad, que permite incluirlo en gran variedad de preparaciones culinarias diferentes.