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Impulsamos el proyecto Fertipur para la conservación del suelo

En España, el 75% del territorio se encuentra en riesgo de desertificación según el Ministerio de Transición Ecológica. La conservación del suelo, un recurso no renovable, es la base de la vida vegetal y de él procede el 95% de los alimentos que comemos.

Entre algunas de las medidas de protección de los suelos se encuentran la reducción de la acidificación de los suelos agrarios o la reutilización de purines para la recuperación de la calidad de los suelos, lo cual impide la desertificación y favorece el empleo de menos abonos químicos.

El sector ganadero está siendo parte de la solución gracias al aporte de estiércol utilizado de forma sostenible. Este ayuda a mantener unas propiedades físico-químicas del suelo adecuadas (pH, permeabilidad, absorción, conservación y temperatura).

Desde Jisap somos conscientes de la importancia de la conservación del suelo y de los beneficios de su adecuado manejo y protección. Por ello, investigamos de forma continua en su mejora sostenible.

Uno de los proyectos en los que estamos trabajando es el proyecto CDTi “Diseño de estrategias de fertiirrigación orgánica de cultivos mediante el aprovechamiento del purín – FERTIPUR (IDI-20200380)”, cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y en colaboración con Depurtech, la Fundación Cajamar (Estación Experimental Cajamar es un centro tecnológico de referencia en agricultura) y la Universidad de Murcia (Dept. de Ingeniería Agroalimentaria, Medioambiental y de Proyectos).

Nuestro objetivo principal es el de mejorar la aptitud tecnológica de la fracción líquida del purín para su aprovechamiento en la fertiirrigación orgánica de los cultivos. Para ello, se ha desarrollado un sistema de tratamiento integral de purines para su valorización agronómica. El producto final se ha utilizado por fertiirrigación orgánica en ensayos de campo de cultivo sustituyendo el plan de abonado actual con fertilizantes minerales, obteniendo buenos resultados en el rendimiento del maíz y avena, así como en las propiedades del suelo.

Con este proyecto se pretende reducir el impacto medioambiental de la actividad porcina a través de la economía circular, el aprovechamiento del purín y la implantación de prácticas agrarias beneficiosas (basadas en la nutrición sostenible de los suelos) que cumplan con la función social de proveer de alimentos a la población, y todo ello sin comprometer la rentabilidad de las instalaciones.