Entrevista con Francisco Ortín, responsable del departamento de Piensos y Compras
En situaciones difíciles, “los profesionales que se dedican al sector de la alimentación son conscientes de que lo primero es el bienestar de los animales”, afirma Francisco Ortín, responsable del departamento de Piensos y Compras, quien se sumó a Jisap hace casi dos décadas.
Junto a los profesionales que forman parte de su equipo, este año ha tenido que hacer frente a dos grandes retos: la huelga de transportistas que se inició en marzo y la guerra en Ucrania. En esta entrevista, nos cuenta cómo vivieron los momentos más difíciles y las soluciones que desarrollaron.
-La guerra en Ucrania ha elevado los costes de las materias primas. ¿Cómo les está afectando esta situación?
-El coste de las materias primas se ha incrementado de forma considerable no solo por la guerra en Ucrania, sino por la crisis energética. Cuando empezó a subir el precio del petróleo y de la energía, comenzaron a encarecerse. En el pico más alto que hemos vivido, los precios se duplicaron.
-Otra de las crisis a la que han hecho frente ha sido la huelga de transportistas.
-Sí, una situación que requirió mucha colaboración por parte del equipo y en la que todos estuvieron a la altura. Los chóferes y el personal de fábrica realizaron un trabajo excepcional. Son profesionales a los que no hizo falta decirles nada porque no dieron por finalizado su trabajo hasta que pudieron hacer llegar el pienso a todos los animales. Una responsabilidad que sin duda tenemos que reconocer.
-¿Cómo se desarrollaron los momentos más críticos?
-Una constante que escuchábamos entre todos los implicados —los fabricantes de pienso, el personal de fábrica y los chóferes— era que los cerdos tenían que comer, y esto provocó que trabajaran a deshora y que en alguna ocasión tuvieran que dormir fuera de casa.
Los animales tenían que comer no solo por el negocio, sino por su bienestar. Los profesionales que se dedican a la alimentación animal son conscientes de esto, y ya lo han demostrado en ocasiones anteriores, como durante la borrasca Filomena.
-¿Qué decisiones se tomaron para afrontar esta huelga?
-El equipo de formulación estuvo adaptando el pienso de forma continua y en un momento dado tuvimos que elaborar una fórmula única para todos los animales, con el fin de agilizar las entregas a todas las granjas y cubrir las necesidades puntuales provocadas por la huelga. Lo normal es contar con entre seis y ocho fórmulas de cebo, y tuvimos que hacer una para todos.
-Teniendo en cuenta las crisis que se han desencadenado, ¿en qué momento se encuentra actualmente el departamento?
-En una situación difícil. Tenemos que tomar decisiones para tener cubiertas todas las materias primas que utilizamos y existe una gran incertidumbre por diferentes motivos: por un lado, la inflación, que se ve reflejada en la subida de los precios y, de forma paralela, por la posible recesión, que apuntaría a una disminución del consumo y por tanto a una bajada en los precios.
-¿Qué materias primas para la elaboración del pienso se están viendo afectadas?
-Para elaborar el pienso necesitamos principalmente cereales como el maíz, el trigo, la cebada, el centeno… También harina de soja, la materia prima principal que aporta proteínas. Luego, encontramos las grasas, cuya función principal es el aporte energético.
Además de los factores tradicionales que afectan a los mercados de materias prima, como son las superficies de siembra, la climatología y los rendimientos, así como la demanda global, en los últimos años se han unido nuevos factores que distorsionan los precios, como han sido la guerra comercial entre China y Estados Unidos, la posterior ruptura de la cadena de suministro provocada por la Covid 19 y todas las tensiones derivadas de la reactivación económica tras la pandemia.
Actualmente competimos con el sector energético para la adquisición de estas materias primas: por una parte, la grasa participa en el biodiésel y, por otro lado, el maíz se utiliza para la fabricación de bioetanol. Ambas materias primas se están viendo afectadas debido a la subida del precio del petróleo y del resto de fuentes de energía.
-¿Qué proyectos en materia de innovación están desarrollando?
-El objetivo de nuestro departamento es la optimización de los recursos, tanto económicos como de materias primas, para alimentar a los animales garantizando la salud y el bienestar de estos de la forma más eficiente. Para ello, desarrollamos varias líneas de investigación interna.
Por un lado, parametrizamos muy bien las necesidades de los animales mediante las modelizaciones, que consisten en medir su rendimiento, ajustando las fases de alimentación a las de su desarrollo. Con los resultados de estos estudios diseñamos los piensos y los planes de alimentación.
La eficiencia alimentaria, además de consumir menos recursos, reduce el impacto en el medio ambiente, limitando el desperdicio y contribuyendo a la disminución de las emisiones de nitrógeno y fósforo. Por ello, empleamos enzimas para aprovechar al máximo los nutrientes de los alimentos, reduciendo el uso de fósforo inorgánico y el nitrógeno de la dieta.
Además, colaboramos con centros de investigación, universidades y empresas privadas para mejorar nuestros piensos, con el objetivo puesto en los animales, en nuestros granjeros, en el medio ambiente y en la sostenibilidad.